Adolescentes

SALUD MENTAL EN LA ADOLESCENCIA

La adolescencia es un período de transición del ciclo de la vida  y está llenos de cambios (cambios del cuerpo, de la forma de pensar, emocionales), de inseguridades (ansiedad sobre su futuro, sobre las sucesos de su desarrollo), desequilibrios entre aspiraciones y oportunidades (en el terreno afectivo, sexual, académico, labora) y presiones (de los padres, amigos, de la sociedad de consumo). La percepción del mundo del adolescente ya no es la de la infancia pero tampoco es la de un adulto  y tiende a cambiar dependiendo del estado emocional en el que se encuentre, viendo todo blanco o negro. Así mismo, es muy influenciable por el ambiente escolar y el grupo de compañeros al que pertenece. Por ello, el adolescente es particularmente sensible a los problemas relacionados con la salud mental (de desarrollo, emocionales, de conducta).

Las características principales que definen la salud mental del adolescente son:

·         Estar satisfecho consigo mismo

·         Sentirse bien con los demás

·         Satisfacer demandas que la vida les presenta

Para los adolescentes, la mayor contradicción se plantea entre la necesidad psicológica de independencia y las dificultades para llevar a cabo conductas independientes en un medio social que les obliga a prolongar situaciones dependientes con respecto a los adultos. El adolescente trata de separarse de las figuras parentales para buscar una identidad propia, distinta, que lo distinga de ellas: busca la diferencia para llegar a la afirmación de lo propio, agudizándose muchas veces como una rebeldía que le genera dificultades en la vida cotidiana y sentimientos de culpa inconsciente por intentar destruir la imagen de unos padres a los que ama o se supone que debe amar.

La adolescencia es una etapa en la que la confianza en sí mismo se tambalea.   Es muy importante para los adolescentes encontrar figuras adultas significativas que les sirvan de puente para la salida del círculo familiar. Los constantes cambios físicos, psíquicos, emocionales y sociales hacen al adolescente perder confianza en sus propias posibilidades, que aún no conoce bien, disminuyendo su autoestima.

Es importante como adolescente que busques un adulto que te pueda brindar orientación sobre temas importantes como drogas o sexualidad, trata de mantener una buena autoestima, nunca olvides lo importante que eres y que para lograr el respeto y aceptación de los demás debes empezar por valorarte y respetarte a ti mismo.  Si te ves ante alguna situación que te pueda poner en peligro, piensa en las consecuencias positivas y negativas que traerá esa situación, analízalo con calma antes de llegar a una conclusión. Confía en las personas que escuchan lo que tienes que decir, comparten tus alegrías y tristezas y te invitan a hacer actividades sanas.  Tener metas y objetivos también es un buen indicador de salud mental.

Si sientes que hay cosas que no puedes manejar solo también puedes acudir con un profesional de la salud mental (psicólogo) que puede brindarte información de calidad y darte la orientación y consejería que necesitas.

Licda. Leslie Quintanilla

Psicóloga

cuentaconmigo@muniguate.com   

CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS 
DE LA ADOLESCENCIA

Junio 15, 2011   

La adolescencia es un período crucial del ciclo vital en el cual los individuos toman una nueva dirección en su desarrollo, pues marca la fase de transición entre la niñez y la edad adulta; alcanzando también su madurez sexual. Se apoya en los recursos psicológicos y sociales que obtuvieron en su crecimiento previo para platearse un proyecto de vida. Sin embargo estos cambios no se dan de manera regularizada, sino que en muchos casos representan un conflicto para el adolescente, ya que en esta etapa se producen grandes transformaciones psicológicas que están vinculadas al contexto social y familiar del adolescente.

El adolescente se caracteriza por tener explosiones afectivas muy intensas, es decir, que pueden pasar de felicidad  a tristeza de un momento  otro, lo que lo obliga a aprender a percibir, modificar y controlar sus emociones, lo que permite manejar un nivel de autocontrol que en la niñez muchas veces no era posible.  La adolescencia es una etapa de separación (de los padres) y búsqueda de la individualidad para crear así una identidad propia y no sólo el ideal que tienen los padres de los hijos, alejándose así de la infancia pero queriendo convertirse en un adulto. Esta lluvia de emociones lleva al adolescente a refugiarse en su grupo de amigos que está atravesando la misma situación pues se siente comprendido; sin embargo muchas veces ese deseo de sentirse independiente puede llevarlo a situaciones de riesgo como consumo de drogas, bebidas alcohólicas o  inicio de actividad sexual. Es por ello que es importante tener la información adecuada sobre los cambios que se esperan durante la adolescencia para manejar positivamente las nuevas experiencias y evitar conflictos que pueden ser irreversibles.

Durante la adolescencia es importante tener un adulto en el que se pueda confiar (padres, tíos, hermanos mayores, etc.) y pueda brindar información oportuna y de calidad para mejorar la toma de decisiones. Si no lo tienes busca sitios de información calificada o acércate a un profesional y resuelve tus dudas para disfrutar plenamente de esta etapa de tu vida.

Licda. Ana Lucia Galindo

Psicóloga

cuentaconmigo@muniguate.com

 


CONVIVENCIA PACÍFICA EN LA ESCUELA

Junio 09,2011

Educar para la convivencia pacífica y lograr un ambiente escolar libre de violencia y drogas tiene que ser una de las prioridades en nuestro país. El respeto hacia la diversidad y la dignidad del ser humano y la colaboración entre todos los sectores de la comunidad escolar son elementos esenciales para que este cambio se realice.

Para formar estudiantes hacia una vida social adulta responsable se tiene que transformar el ambiente en uno proactivo donde se den las condiciones óptimas para mejorar significativamente el aprovechamiento académico. Esto a su vez fomentará la construcción de una sociedad plural, de ciudadanos participativos.

Es fundamental para promover en nuestros estudiantes relaciones respetuosas entre todos los que hacen comunidad escolar. Un buen reglamento de convivencia escolar posibilitará una mayor colaboración, resolución de conflictos y, lo más importante, una formación centrada en los valores que cada institución provee y exalta y que asegura parte de la formación moral de nuestros estudiantes.

Por otra parte, un buen reglamento de convivencia escolar permite transmitir a los alumnos la idea de que los conflictos existen en forma permanente, pues basta que dos o más personas estén en desacuerdo respecto de algo para que éste surja. Saber esto, significa también entender que tras el conflicto la reacción entre las partes puede quedar dañada o fortalecida y ello depende solo de la oportunidad y la forma en que hayamos abordado el problema.

Para manejar bien un conflicto hay seis pasos inevitables:

1. ¿Cuál es el problema? Definir el problema de forma clara, concisa y concreta, enunciándolo de la manera más breve posible con un lenguaje adecuado.

2. ¿Quién tiene el problema? Todas las cosas pueden ser observadas y asumidas desde distintos puntos de vista, lo que es un problema para alguien, puede no serlo para otro.

3. ¿Qué sabemos sobre el problema? Nadie lo sabe todo. Aunque la experiencia de los adultos (docentes, padres, etc.) sea mayor, es importante preguntar y escuchar a los niños y jóvenes con una actitud abierta. 
4. ¿Qué alternativas hay? Los conflictos no existen por sí solos, siempre hay valores y juicios de valor involucrados. Entender los valores del otro es un gran paso para solucionar el conflicto.

5. ¿Cómo afectan estas alternativas la relación de las personas? Buscar la equidad, siempre que sea posible, en este punto es fundamental para no dejar gérmenes de futuros conflictos entre las personas involucradas.

6. ¿La elección de la solución fue la acertada? Nunca debemos olvidar que somos responsables de las consecuencias de nuestras decisiones, independientemente si estábamos o no en lo correcto.